Historia


Toda mi vida ha estado ligada a los animales y muy especialmente a los perros. Mi madre me inculco el amor, la pasión y el respeto por los animales desde mi nacimiento. Los perros siempre fueron mis mejores compañeros, con los que he compartido grandes momentos.

Algunas de mis razas favoritas siempre fueron el galgo afgano, doberman, crestado chino, papillon, spitz alemán, dálmata,… Por el momento decidí centrarme en dos, las que más congeniaban con mi personalidad y nuestra forma de vida.


  (Foto archivo: Con algunas de nuestras camadas del pasado).


Después de mucho estudiar,  pensar  e investigar, mi primera dálmata llego a principios del año 2008 desde Alicante y la primera spitz (un regalo para mi madre) a finales del año 2010 desde Girona.

Gracias a nuestro amor por los animales y después de mucho tiempo estudiando cada raza,  me inicie en el hobby del mundo de la crianza de caballos Pura raza árabe y perros de raza Dálmata y Spitz Alemán (Tamaño pequeño, Kleinspitz). Mi criadero no es un negocio, nosotros NO vivimos de la venta de ejemplares, nos dedicamos a ellos en nuestro tiempo libre y a veces incluso tenemos que sacrificar nuestras horas de trabajo por nuestros animales. Criamos por amor y afición.

La RSCE nos concedió el afijo “Albaicí Galán”, Nº 18894 en febrero del año 2012.

Mi filosofía es criar responsablemente seleccionando salud, carácter, morfología y tipicidad, basándome en el fenotipo y genotipo. Mi deseo es criar ejemplares sanos, que se adecuen al estándar, funcionales y con un carácter equilibrado. Hago un gran esfuerzo por mejorar la raza estudiando y buscando siempre el mejor cruce posible entre ejemplares seleccionados. También es mi deseo  que cada familia que adquiera uno de nuestros ejemplares pueda disfrutar de su mascota ya que estamos comprometidos con las personas que confían en nosotros, su experiencia con nuestros ejemplares enriquece nuestro camino.

Nuestros perros se crían en un entorno con una temperatura adecuada, en semi-libertad, en perfecta armonía, en plena naturaleza y en un ambiente tranquilo y familiar, les dedicamos el mayor respeto, cariño y tiempo posible trabajando por su bienestar, procurándoles  la mejor alimentación, ejercicio adecuado, atención veterinaria y sociabilizándoles y educándoles desde su nacimiento.  Nuestro kennel se divide en tres áreas diferentes (unos 9.000 m) en un pequeño y tranquilo pueblo rodeado de viñedos, bosques y extensas fincas y campos de cereal, situado en La Rioja Alta. Vivimos y trabajamos aquí, con lo cual nuestros animales están vigilados durante todo el día.


Criamos ocasionalmente y preparando cuidadosamente cada camada, seleccionando la temporada, el momento y el macho adecuado para cada hembra. Nuestras hembras crían a partir de los dos años y no tienen camadas después de los 7 años, cada hembra tiene un máximo de 3 o 4 camadas durante toda su vida.  Realizamos un seguimiento en cada gestación desde la monta realizando controles exhaustivos, ecografías, radiografías… Siempre estamos presentes en cada parto, ayudando si es necesario a nuestras hembras y sus cachorros.


Entregamos los cachorros a familias seleccionadas, a partir de los dos meses (Dálmata) y tres meses  (Spitz Alemán).  Los entregamos con sus vacunas y desparasitaciones en regla, con sus correspondientes pruebas de salud, pasaporte, pedigree, afijo, microchip, contrato, garantías de salud frente a enfermedades víricas y congénitas, condiciones de responsabilidad, criados en ambiente familiar y sociabilizados, ofrecemos ayuda y asesoramiento durante la vida del ejemplar, y mantenemos el contacto con las nuevas familias para realizar el seguimiento de nuestros cachorros.

 
También nos gusta exponer nuestros ejemplares en exposiciones caninas de belleza para así poder mostrar nuestro trabajo a la gente  y que nuestros ejemplares sean evaluados objetivamente. 

Soy consciente de que el camino a recorrer aun es largo, mi objetivo es seguir aprendiendo con mucha ilusión, mejorar y dar a conocer “nuestras razas” trabajando cada día por y para nuestros animales. La pasión no tiene límites y menos cuando se lleva en la sangre.  Y es que sin ellos no somos nada, son nuestra vida, nuestro día a día, nuestra inquietud, nuestra alegría y son los que nos dan la energía diaria para seguir, luchar e intentar continuar mejorando.

Desde aquí quiero agradecer a todos nuestros amigos, conocidos y a las familias que confían en nuestro programa de cría valorando nuestro trabajo, toda su ayuda y consejos mostrados durante todo este tiempo.

También muchas gracias a todos los que visitáis nuestra web y este nuestro blog!

Jennifer Martín Sánchez